lunes, 5 de julio de 2010

¿Por qué siempre son 400 palabras? xD

Otra vez me vuelven a salir 400 palabras...no sé, ese número me tiene manía, o algo xD
Bueno, pido que se lea esto leeeentamente, sin prisas xD Gracias! -^^-


...


Mirando el amanecer. Mirando el amanecer como si quisiera fusionarse con la fina línea, aquella que separaba al naciente astro del tierno mar.
Mirando el amanecer con la nostalgia que solo es capaz de provocar una despedida.
 Mientras lo hacía, lloró. Un gran lagrimón resbaló por su mejilla, dejándole vía libre a otros que no tardaron en seguirle. No se molestó en secarlos, era increíblemente placentera la brisa marina cuando chocaba contra el rastro de agua.
Oh, el Sol, estaba tan hermoso esa mañana. Tan amable al dejarse contemplar sin dañar con ello sus ojos. Tan blanco, tan limpio… Quiso ser el Sol. Sintió la necesidad de subir y olvidarse de todo.
Unos pasos retumbaron en la madera del muelle. Alguien se acercaba, y él sabía perfectamente de quien se trataba. No sé movió, únicamente cerró los ojos y lanzó una piedra al sereno mar, que contra todo pronóstico se hundió sin ni siquiera revotar. Esperó paciente hasta que los pasos cesaron detrás de él. Entonces lanzó otra piedra.
-Sabía que estarías aquí.
-…
Unos incómodos segundos de silencio siguieron a la confirmación. El pelinegro asumió que no obtendría respuesta, y se sentó con prudencia en el borde del muelle, a la derecha del otro. Los pies colgando con un leve ir y venir.
-No lo hagas.- dijo el castaño, por sorpresa. Interrumpiendo el transcurso del amanecer.
-¿El qué?- obtuvo como única respuesta.
-No te vayas.- sonó como un susurro, como si se avergonzara de lo inútiles y ridículas que sonaban esas palabras de su boca.
-…- miró al agua, miró a sus pies, que había adoptado un ritmo más frenético. Apretó el borde del muelle con las manos, sintiendo la intrusión de algunas astillas en su piel. No le entendía. Como si las palabras que decía no tuvieran sentido.- No sé a qué viene esto ahora.- declaró sincero.
Más silencio. Las palabras que el castaño quería decir quedaron suspendidas en el aire, flotando sin rumbo.
-Lo sé…Y sé que te echaré de menos.- confesó, después de pensarse lo último.
El pelinegro cerró los ojos débilmente, y así, sin más, se dejó caer al mar. Era tan cobarde aquel acto infantil. Huir, huir de los días, de la mejor semana de su vida, huir de los besos, de las caricias…huir de él.
Mientras, el castaño, experimentó el peor dolor, como un afilado crash, viendo como ese dependiente y bipolar pecoso se alejaba a nado. Dejando una turbia estera en el mar. Perturbando la paz que tanto ansiaba. Ese amargo sabor que le dejó impregnado cuando salió y le besó. Sabor a mar, sabor a amanecer, sabor a despedida.
Y fue mirando el amanecer cuando todo acabó.
 ...
(Se agradecen coments -^^-)

3 preciosos comentarios:

Anónimo dijo...

So beautiful^^
Sabor a mar, sabor a amanecer, sabor a despedida... me encanta =)

Parece que sintiera como el sabor salado del mar rozara sus labios de despedida en un amanecer sin fin.

Guadix dijo...

Dios. Me has dejado sin palabras pequeña Lúcida.

Lúcida dijo...

Jajajajaja, gracias, pequeña Guadix xD
Y no sé como lo haces, Music (xD) pero siempre consigues "pillarlo" todo a la primera, me encantan tus interpretaciones =DD

Publicar un comentario