miércoles, 30 de junio de 2010

Droga. Segundo chapter (xD)

Continúo :)


La oscuridad de aquel pasillo le obligaba a avanzar con una lentitud casi agobiante. Aún no se creía la suerte que había tenido al conseguir entrar en el interior del plató, y no paraba de felicitarse por la astucia que había demostrado al esperar hasta que ninguno de los guardias de seguridad permanecieran en su puesto. Estaba excitado, sí. ¿Cómo no estarlo cuándo era muy posible que dentro de escasos minutos conociera al que, desde hacía relativamente poco tiempo, era su mayor ídolo?


Soltó otra carcajada. Avanzaba a toda prisa apoyándose a malas penas en las blancas y lisas paredes del pasillo. Parecía no tener fin. ¿Se habría equivocado de camino? La opción era tan desalentadora que por un momento se extinguió el entusiasmo y la euforia. Paró en seco, justo al lado de un extintor. La sensación de llevar horas caminando sin rumbo era cada vez más fuerte, y no conseguía aplacarla a pesar de tener la seguridad de que no habían transcurrido ni cinco minutos.

Entonces, ¿por qué ninguna puerta se situaba a los laterales de las dos paredes paralelas?

Miró su reloj. Faltaba media hora para la actuación. Si no se daba prisa, todo el esfuerzo y la paciencia serían completamente en vano. Reanudó su marcha, esta vez corriendo. El escalofriante eco que provocaban sus pasos solo le hizo querer correr más rápido.

Y al fin vio algo en la pared derecha. A medida que se fue acercando comprobó que era una puerta, tan blanca que fácilmente habría pasado desapercibida si no fuera por el relieve. Ralentizó su paso hasta que lo detuvo justo enfrente de la puerta. Entonces, por acto reflejo, se pasó el dorso de la mano por la frente. Estaba empapado.

En aquel estrecho lugar no corría aire, y eso solo empeoraba las consecuencias de la carrera que se acababa de dar. Así que se dio tiempo. Para respirar y descansar, de manera que no consideró la opción de abrir la puerta hasta que los latidos de su acelerado corazón no volvieron a la normalidad.

Miró su reloj de nuevo, sin ver la hora, en un acto que demostraba que no se sentía capaz de sujetar el pomo redondo de la puerta y girarlo. Pero, joder, ¿tanto rollo para eso? No, ahora no se podía rajar, pensó. Afuera estaban todos esperándole, le ametrallarían a preguntas y él, demasiado sincero como para mentir, no se atrevería a responder que había decidido dar marcha atrás por cobardía.

La mano le temblaba un poco cuando agarró el tirador. Tenía en mente la cara de la persona que esperaba encontrar detrás de la puerta, esa que decoraba las paredes de su habitación y las de las habitaciones de media ciudad. Giró la muñeca lentamente y… sorpresa.

La puerta estaba cerrada con llave.

Un gemido de frustración salió a regañadientes de su boca. La sensación de impotencia se colaba en su cuerpo y minaba su espíritu una vez más. De tonto para arriba, de eso era de lo que se calificaba en aquellos momentos.

No tenía ningún sentido permanecer allí más tiempo, y pegar su oído a la puerta hubiera rozado el patetismo. Dio media vuelta, desolado.

¿Cómo conseguiría sortear a los dos seguratas que escoltaban la puerta?, pensaba mientras recorría el camino a la inversa. La oscuridad del ambiente ya no le parecía misteriosa, y la incapacidad de distinguir el fondo del corredor ya no suponía un buen augurio.

Le pesaba el cuerpo. Y cuando levantó la vista de sus zapatos, se topó con el ya familiar extintor. Experimentó la peculiar necesidad de volver a detenerse en ese punto. Lo hizo, pero su mirada ya no se dirigía al cuerpo rojo, sino al un punto indefinido del suelo de mármol.

No debería haberse dejado animar por la alegría del grupo con el que iba, no tendría que haber aceptado el entrar él. Y, sobre todas las cosas, debería haber rechazado cualquier ilusión de encontrarse con él, aquella persona, desde el primer momento.

Empezaba a apreciar un leve escozor en la palma de sus manos, probablemente porque apretaba con demasiada fuerza sus puños. No hallaba explicación para sentirse así de desolado, de traicionado, y trataba de reprimir sus lágrimas cuando la rabia le impulsó a dar una fuerte patada en la pared, justo debajo del extintor.



“clin clin”

Dos golpecitos metálicos se dejaron oír a sus pies. ¿Qué era aquello? Algo había caído del extintor.

Palpó de rodillas el suelo, hasta que tocó algo pequeño y metálico, y solo por la forma supo que era, antes de tener que acercárselo a la cara. Una…

-…Llave…-dijo en un susurró.

Y una sección determinada de su cerebro se despejó en ese mismo instante, permitiendo que una refrescante idea se formara de repente.

¿Y si esa era la llave que necesitaba para no volver con las manos vacías?

Como un muelle, sus piernas se estiraron y se levantó de un salto. Un impulso de adrenalina era el que movía ahora todo su motor. Y lo mejor de todo: la sonrisa había vuelto a su rostro. Porque, sin saber el motivo exacto, tenía la certeza de que esa era la llave, algo se lo decía, simplemente. Este era su día de suerte, volvió a asegurarse.

Se encontró de nuevo frente a la blanca entrada a “otra dimensión”, en cuestión de pocos segundos y de un carrerita. Ahora sí que se sentía capaz de abrir la puerta, porque había experimentado la desilusión que le embargaría de no hacerlo.

Con una mano, tanteó el pomo en busca de la que debería de ser la cerradura. Una vez sintió el fino hueco con el dedo pulgar, introdujo la llave, sin ni siquiera saber si ésta estaría en la correcta posición. Encajó. Entonces la giró precariamente hacia la izquierda. Sonó un click. A la primera.

Antes de nada, y más en acto reflejo que otra cosa, sacó la llave y se la guardó en el bolsillo de su desgastado vaquero. Solo un pequeño empujoncito, pues la puerta se abría hacia dentro, le separaba de la estancia.

Dio un firme paso y empujó.



...
 
Capítulo un poco "de relleno", el próximo entrará en materia. Espero que guste xD
(Se agradecen coments :3)(Imagen, como siempre, de DeviantART, aunque no tiene mucho que ver con el texto xD)

3 preciosos comentarios:

Anónimo dijo...

Dio un firme paso y empujó.

...

¿Qué pasó?

Bueno, ya lo sabré. Me encantan las fotos del DeviantART. Espero leer enseguida la continuación, me has dejado con cierta intriga ¬¬

Guadix dijo...

Estás tardando demasiado en publicar el siguiente xD Comienzo a desesperarme...

Lúcida dijo...

Uffff, vale vale, confieso que ni lo he empezado xDDD
Aunque...bueno, lo más probable es que no lo suba a esta página, en todo caso lo haré a otra...(Guadix, tú me entiendes) xD
Así que cuando lo haya hecho, os avisaré :)

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