Una de las peores cosas que te pueden sucerder en la vida, desde mi punto de vista, es decirle un adiós definitivo a una cosa sin la que puedes vivir. Pues bien, pensando sobre el tema, nació este one-shot, hace ya bastante tiempo, pero que me animo a publicar ahora. Es de los pocos que al releerlo pienso: "Aiis, que bonito", quizás sea únicamente porque yo vuelva a sentir lo que sentí al escribirlo, en fin, espero que haya alguien que lo disfrute igual que yo.
Pero hay más, ya que Guadix, mi inestimable camarada, le dio una continuación sorprendente, que animo a que leáis en su blog: http://thetrushworld.blogspot.com/ Risas aseguradas.
Sin más, aquí un torbellino de viejos recuerdos:
...
DEFINITIVAMENTE ADIÓS
Froto mis sienes, atormentadas por un intenso dolor, hace que solo quiera desaparecer. Respiro, llenando mis pulmones de aire, un aire impuro, mezclado con el adictivo y venenoso olor del tabaco, que contamina cada rincón de mi cuerpo. Mi mano reposa sobre una botella de whisky, ya casi vacía, no logro recordar como acabó ahí, ni siquiera el paradero del contenido que le falta. No abro los ojos, no pienso hacerlo, me niego, aunque parezca infantil, a observar el lamentable estado del que un día fue nuestro pequeño escondite…y así es como vuelvo a pensar en ti.
Recostado sobre el malgastado sofá (que años atrás recogí de la basura) pienso, pienso en ti, pienso en lo que fuiste y en lo que eres, y también en como sucedió todo, en los afilados cristales que rompiste, en las pequeñas lágrimas de sangre que se deslizaban por tu piel. De hecho, pienso la mayor parte del tiempo en ti, las horas se consumen, al igual que mis cigarros, pensando en ti. Tumbado en este viejo y andrajoso sofá, o simplemente tirado en el hostil suelo de madera, pero pensando en ti. Así es, ya no como, ya no bebo (al menos agua…), y lo mejor de todo, ya no lloro. Porque no tengo ninguna lágrima más en mi malgastado cuerpo, y si la hay no se atreve a salir por mis irritados ojos, profundamente marcados por las ojeras que demuestran que ya ni duermo, y es que tu recuerdo me quita el sueño. Mi vida ha vuelto al momento antes de conocerte, cuando no vivía, y cualquiera que dijera lo contrario es que entiende por vivir a el mero hecho de oír latir un cansado corazón, un corazón sin ilusión, que late por inercia.
De vez en cuando se deja caer por aquí algún viejo conocido. No suele ser muy agradable la visita, la mayoría de veces no sé ni quién me habla, y cada vez que oigo golpear la puerta pronuncio tu nombre, sin esperanzas, pues aun recuerdo tan bien tu forma de llamar. La mirada de tristeza que me suelen dedicar va algo más allá de la simple compasión, me hace sentir culpable, pero yo no tengo la culpa de que se me esté tragando este abismo…
Y así pasan los días, no suelo abandonar nuestro refugio, tan solo para reponer mis reservas de alcohol y tabaco, necesito pudrirme por fuera tanto como lo estoy por dentro.
El otoño al fin me ha saludado, y ha tintado de tonos ocres los árboles por donde escalábamos de pequeños…sí, lo recuerdo tan bien…recuerdo cada momento que pasamos juntos, y vivo de ese recuerdo, de esta dulce agonía que es no tenerte a mi lado, sin poder apartar de mi mente tu carita de ángel, solo quiero morir…
Te prometí que no lo haría, supongo que recordarás, y me es imposible romper una promesa que te hice a ti, así que confío en que fumar mate, como rezan las cajetillas que se esfuman en cuestión de horas por mis labios
...mis labios..los acaricio, sintiendo de nuevo tu presencia.
Y así es como en cuestión de segundos tu recuerdo se hace más ardiente, más presente, casi lo toco, repasando mentalmente como te quitaba la camiseta, siempre tan blanca e impoluta, de niño que nunca había roto un plato, y te tumbaba en el mismo sofá en el que ahora me encuentro, entre besos, caricias, y alguna que otra promesa de amor. No, no quiero recordar tus promesas de amor, no quiero recordar como acariciabas mi oído con el aire que salía de tu boca, prometiendo, jurando en vano que el invierno nos vería juntos, en invierno de tu decimoctavo cumpleaños, en el que nos iríamos lejos.
Faltan dos meses, pero la confianza que tenía en tu regreso ha desaparecido, y de ella solo quedan los restos de la que fue en su día. Después de tu adiós, aquella despedida en la que palabras sobraban, de todas formas, tu mirada me hubiera dejado sordo de haberlas, sí, la misma que chillaba desesperadamente que fuera tras de ti, que no te dejara escapar, pero ya te ibas, me dejabas solo, para siempre, ya que sabías que nadie me haría dejar de estarlo.
Fuiste consciente del momento exacto del boom, en el que todo se rompió, sin máquina del tiempo para retroceder. Y te fuiste, llevándote contigo el aire que respiraba…
...
Bueno, tal vez no haya sido para tanto...Pero a mí me sigue transportando a esa caballa de madera desvencijada cada vez que lo leo, y con eso me basta.
Ya se sabe, pero por los despistados, recuerdo que las opiniones de los demás son muy importantes, y que los coments se hacen querer, así que si tenéis unos segundos...
Y no olvidar pasearos por el blog de Guadix, que tarde o temprano subirá su "peculiar" continuación.
¡Gracias por leer!
9 preciosos comentarios:
QUE BONITO!!!!!!!!
Es precioso, siempre merece al pena leer tus entradas. Me encanta el final (L)
Lúcida!, definitivamente eres genial, admiro como escribes, sisisi, y yo yo yo yo lo he leído!:D.
TE QUIERO.
Por que será que cada vez que lo leo me río?...tienes chispa pequeña, sigue así, llegarás muy lejos :D
Oh, Dios, pero que estupendas que sois todas...;.;
Jajaja, muchísimas gracias por leer, comentar...Sabéis que todo esto lo subo para que lo leáis vosotras, no?
A ver si actualizo pronto esta vez, gracias de nuevo y adiós ^^
Lúcida
¡Pues yo también te leo!
¡Vaya final tan mágnifico!
No sé a que parte del final os referís, de todas maneras ¡muchísimas gracias! :D
¿Final final? ¿o último párrafo?
¡Seguiré esforzándome! ^^
Así me gusta, pequeña saltamontes :D
Yo me refiero a esto:
Y te fuiste, llevándote contigo el aire que respiraba…
Ah! sí, gracias por la aclaración ^^
Me gustaría poder transmitir esa sensación de...asfixia, cuando perdemos algo demasiado importante para nosotros, por eso lo comparo con el aire, imprescindible para vivir...
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