¿Ves? Yo también tengo casetas ¬3¬ (xD)

Caminaba en soledad por aquel estrecho sendero de tierra removida, que hacía que sus pies se hundieran, y dificultaba su marcha. El verde la rodeaba,y la frondosa vegetación la abrumaba, se había perdido ya hace rato, en alguna de las muchas difurcaciones del camino que había atravesado, ahora no tenía ni idea de por donde seguir, y gritar el nombre de sus padres no sería una buena idea, podía pertubar el "sagrado" silencio que lo envolvía todo, dándole un aire de sueño...o pesadilla.

Sin embargo, no empezó a sentir algo de, quizá miedo, cuando miró al cielo. El abundante follaje le impedía ver aquel manto azul en algunos trozos, pero si permitía que pasase entre las hojas la suficiente luz para ver el espectáculo de casetas de pájaro que se levantaba ante ella, sobrecojedor, sobre todo por la inexistente presencia de pájaros...Mirase donde mirase, había una caseta, todas iguales, de madera y con aspecto de tener años, y probablememte...de no haber sido utilizadas nunca.

Algo, no sabía el que, le hizo correr, correr sin parar, siguiendo el estrecho camino con los ojos entrecerrados por el esfuerzo, correr hasta que le ardió la garganta, y seguir corriendo, por esa senda que cada vez se iba iluminando más...Corrió, sin atreverse a levantar la vista y observar aquellas casetas de pájaro, muertas, sin vida...

Hasta que tropezó con una gruesa raíz que sobresalía, levantó la vista y...estaba en el punto de partida, donde había empezado a caminar haría unas 5 horas...Pero...ella no había dado marcha atrás en ningún momento, y ese era un camino de un único sentido...Se levantó, sacudiendo la tierra de sus pantalones, y trató de recordar la dirección hacia el aparcamiento, y siguió, hasta poder observar su coche y a sus padres en él, que charlaban distraídamente mientras reponían fuerzas con agua y barritas energéticas...¿No estaban preocupados por ella?

Se acercó al coche, abrió la puerta corredera y entró. Sus padres la miraron como sí nada, ¿qué estaba pasando?
-Te hemos adelantado, tienes que caminar más rápido Helen-no podía ser...llevaba alrededor de tres horas caminado sin rumbo, y sus padres ni siquiera se habían dado cuenta, incluso parecía que acababan de llegar, justo como ella.
Miró a través de la amplia ventanilla, miró el inicio del sendero, pensó en las casetas...y se encogió en su asiento para poder dormir.


                                     Lúcida